Una vez hemos confirmado con termómetro que la temperatura está en más de 100.4 F (38 C), lo más importante es:
- Asegurarnos de que el niño se mantenga tomando suficiente liquido para no deshidratarse (idealmente agua o bebida comercial de remplazo de electrolitos formulada para hidratación; no debemos utilizar bebidas deportiva). Si notamos que el niño no come como de costumbre, no pasa nada; pero debe continuar hidratándose poco a poco (además de líquido en vaso, podemos intentar darle chispas de hielo triturado, “esquimalitos” de electrolitos, etc.)
- Asegurarnos de ponerles ropa cómoda y fresca.
- Mantenerlo en un ambiente fresco. Un lugar con sombra y bien ventilado o un lugar con aire acondicionado cuya temperatura sea agradable para el niño, sin necesidad de estar arropado.
- Considerar un baño templado. En el caso de los chiquitines, debemos sentarnos con ellos en la bañera (para evitar resbalones y caídas) y echarles agua templada cuidadosamente por la parte posterior de su cabecita y espalda. En el caso de los niños mayores, debemos supervisarlos mientras juegan en agua templada por espacio de 40-45 minutos. No se recomienda utilizar baños de alcohol o compresas de hielo, estos podrían tener efectos adversos.
- Considerar la necesidad de dar medicamentos orales para la fiebre. Se recomienda su uso en los casos en los que bajar la fiebre disminuya cualquier incomodidad, para que el niño se sienta mejor y pueda cooperar con su hidratación. Mientras observemos al niño cómodo con la fiebre, no debemos utilizar medicamentos ya que se ha demostrado que permitir este proceso normal del sistema inmune, reduce el tiempo total de enfermedad y la severidad de la misma.
- Debemos seguir las recomendaciones del Pediatra sobre el uso de Acetaminophen o Ibuprofen (según el cuadro clínico o historial de alergias). La dosis podría cambiar según la concentración del medicamento. Nunca debemos usar aspirina o productos que contengan aspirina en un niño con fiebre (“aspirina”, “acido acetilsalicílico”, “acido salicílico”).
- Debemos seguir las recomendaciones de dosis descritas en el empaque del medicamento, según el peso del niño.
- No debemos exceder la frecuencia recomendada en el empaque.
- Nunca debemos utilizar medicamentos en niños menores de 2 años sin llamar al Pediatra.
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